A todas seguramente nos ha pasado que en cuanto empezamos a notar esos pequeños cambios en nuestra piel (que deseáramos que nunca aparecieran) comienzan a percibirse ¡entramos en pánico! Probamos las mejores cremas y tratamientos para evitar que esas arruguitas se noten, cambiamos de cosméticos para tratar de ocultar esas imperfecciones y buscamos todas las alternativas posibles para impedir… lo inevitable.
Lamentablemente, con el paso de los años los efectos de la gravedad, la exposición al sol y el estrés de la vida diaria se van reflejando en nuestra piel. Aparecen esas arruguitas alrededor de nuestros ojos, nuestras mejillas se caen y las líneas de expresión cada vez son más…tantas que ya hasta reír nos hace sentir incómodas… ¡es momento de parar el reloj y hacer unos ligeros ajustes!
Un face lifting o estiramiento facial será tu gran aliado ante esta batalla que creías perdida, hará que los signos más visibles del envejecimiento pasen desapercibidos, las arrugas y pliegues desaparecerán, tonificará los músculos faciales eliminando el exceso de grasa y entre muchas otras maravillas. Esta intervención logrará que tu edad aparente siga retrasada durante mucho tiempo en relación a tu edad cronológica, lo que te hará sentirte aún más joven y bella.
Lifting facial o ritidectomía: es un procedimiento quirúrgico que sirve para disminuir la flacidez del rostro, las líneas de expresión y signos de edad avanzada. Ayuda a mejorar el aspecto, a devolver el tono cutáneo y a recuperar los puntos de luz y los relieves faciales, proporcionando un efecto de rejuvenecimiento y vitalidad en el rostro.
¿Cuándo es adecuado recurrir a un face lifting?
El envejecimiento facial inicia a partir de los 30 años cuando empiezan a formarse las famosas arrugas dinámicas (arrugas de la frente o alrededor de los labios), las cuales se producen por el movimiento constante de nuestros músculos faciales.
Sin embargo, a pesar de que empecemos a notar estos ligeros cambios en nuestra piel, el momento ideal para un lifting facial es entre los 40 y 50 años, pues es justo cuando tu piel ha comenzado a aflojarse pero que aún sigue conservando un buen grado de elasticidad y tu estructura ósea sigue fuerte y bien definida. De esta forma evitarás una cirugía más compleja y obtendrás resultados aún más naturales.
Olvídate de esas patitas de gallo… ¡Llegó el momento de detener el tiempo y disfrutar de unos años más de vernos y sentirnos atractivas!