Según los últimos estudios, la otoplastia es una de las intervenciones estéticas más frequentes entre los hombres de 18 y 25 años y en la mayoría de los casos es la solución para un serio complejo que se suele sufrir de manera más acusada durante la infancia o la adolescencia: las orejas despegadas o “de soplillo”.
Las orejas despegadas es un problema estético muy común entre los adolescentes. Su efecto negativo es especialmente acusado entre los varones, ya que éstos normalmente llevan el pelo corto y no pueden disimularlo con la melena como lo hacen las mujeres. En ocasiones, este defecto origina que quien lo padece sea el blanco de las burlas de sus compañeros y esto puede generar complejos importantes.
Generalmente esta alteración física tiene un origen genético y puede transmirse de padres a hijos, pero esto no quiere decir que no haya una solución al problema. Todo lo contrario, las orejas despegadas se pueden remodelar con resultados excelentesgracias a la otoplastia, una intervención de cirugía estética segura y sencilla.
Operación segura y efectiva
La otoplastia es una de las intervenciones de cirugía plástica más sencillas, rápidas y seguras, gracias a la cual se puede eliminar totalmente la deformación de las orejas, corrigiendo su posición y forma. Durante la operación se realiza una incisión en la parte posterior de las orejas, por lo que no quedan cicatrices visibles. Después de la incisión, el cirujano remodela el cartilago plegándolo en los puntos adecuados y reduciendo la profundidad de la concha, conferiendo siempre un aspecto muy natural a la oreja.
La otoplastia se realiza habitualmente con anestesia local y dura entre hora y media y tres horas. Después de la intervención se coloca un vendaje que modelará las orejas y se mantendrá durante 3 ó 4 días.
Cuando se retire el vendaje el paciente deberá utilizar una cinta elastica por la noche durante algunas semanas, para evitar que las orejas puedan doblarse.
¿Cuál es el momento ideal para operarse?
Según las estadisticas más recientes, casi el 5% de los niños nace con las orejas despegadas, pero el desarrollo total del cartilago no se completa antes los 5 ó 6 años, así que la otoplastia puede realizarse a partir de los siete y los nueve años.
De hecho, esta intervencion es una de las pocas en cirugía estética que se realiza en menores de 18 años (siempre con el consentimiento de los padres), según el Código Ético de Corporación Dermoestética, que coincide con la opinión de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre).